Objeta a un abortista disertando en la UCA

Introducción de La Botella al Mar: Transcribimos abajo carta dirigida por Santiago M. Gigena al rector de la UCA, objectando que una institución católica ponga una de sus cátedras a disposición de Lousteau, quien votara a favor de la depenalizacion del aborto.


Tengo el agrado de dirigirme al Señor Rector, con motivo de haber tomado conocimiento de que el día 14 de octubre próximo esta Universidad será la sede de una disertación a cargo del Diputado Marín Lousteau, cuyo tema es “HACIA UNA ECONOMIA A ESCALA HUMANA”. La misma ha sido organizada por la Facultad de Ciencias Económicas en colaboración con el ICU y se llevará a cabo en el Auditorio Monseñor Derisi.

El citado político ha desempeñado un papel activo y -lamentablemente- eficaz en la aprobación de la fatídica Ley Nº 27.610.

Resulta escandaloso que esta Pontificia Universidad Católica ponga a disposición del señor Lousteau una de sus cátedras a fin de que imparta lecciones a nuestros alumnos acerca de la promoción de una economía humanista (y quizá cristiana).

El citado ha sido -y probablemente lo siga siendo- uno de los múltiples y viscosos tentáculos de la internacional del aborto que forzaron la aprobación de esa Ley inicua: ya en el año 2018 figuraba en la lista de aliados estratégicos a nivel político en la Argentina, de la Open Society Foundations cuyo presidente es el ominoso señor Soros.

Al señor Lousteau pertenece la estúpida frase “el valor de la vida es una construcción social”, que lo delata como un exponente más del nihilismo ontológico y axiológico que aflige a nuestra sociedad.

Cabe preguntarse, entonces, de qué manera y cómo puede plantear y proponer una economía a “escala humana” quien se hace eco de las directivas de los poderosos de la tierra para suprimir la vida humana del no nacido mediante políticas demográficas antinatalistas como la citada Ley.

Es posible que alguien aduzca en defensa de la disertación del señor Lousteau el argumento del derecho a la libre exposición de las ideas, el derecho de conciencia, el enriquecimiento del debate, la apertura, la escucha atenta del otro, y frases similares. Sería muy irónico: precisamente fue él quien expulsó de su bloque político en el año 2018 al diputado nacional por Mendoza, José Luis Ramón, por haber manifestado éste que su conciencia no le permitía dar su voto favorable al proyecto de ley en discusión en ese entonces (ver:  https://www.lanacion.com.ar/politica/aborto-martin-lousteau-excluyo-de-su-espacio-al-diputado-que-cambio-su-posicion-nid2143115/

El aborto es un genocidio, las leyes que lo autorizan son genocidas y genocidas sus promotores. Entre estos se encuentra el señor Lousteau. Que sea la UCA, nada menos, la que le abra las puertas para que nos enseñe su “construcción social” sobre una economía presuntamente de “rostro humano”, es una penosa ironía y una burla hacia todos los que, católicos o no, han bregado para que esa ley no fuera aprobada en el año 2018 y en el año 2020. Y entre ellos estuvieron el señor Rector en primera línea, las autoridades y gran parte de los docentes de la UCA. Pero más allá de esta consideración, mucho más calado tiene la imperdonable falta de respeto a la memoria de todas las vidas inocentes que han sido segadas por la aplicación de la Ley Nº 27.610, cuyos nombres sólo nuestro Dios misericordioso guarda eternamente en su corazón. Abrirle las puertas al señor Lousteau sería como invitar a Goebbels o Stalin para que nos den lecciones de humanidad.

Con este acto cuya realización estoy cuestionando, no parece que como comunidad educativa estemos dando señales claras a nuestros alumnos acerca de la visión cristiana de la realidad.

Por todo ello, ruego humildemente al señor Rector adopte las medidas del caso para que se suspenda la disertación del político Martín Lousteau. No podemos permitirnos que nuestras conciencias ni la de nuestro alumnado se adormezcan y tomen como normales conductas intrínsecamente abominables. Para ello es preciso guardar la coherencia en todo, puesto que nuestra batalla tiene que continuar sin desmayos hasta que podamos derogar esa Ley perversa.

Sin otro particular, saludo al señor Rector con atenta consideración.

Santiago M. Gigena

(Egresado y docente de filosofía en la UCA desde hace 40 años. Legajo 82019-0)

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