Siguiendo con el tema del artículo sobre el “precio justo” publicado hace un tiempo atrás, pensé dedicarle unos párrafos al tema de la creación de riqueza.
Conversando con un amigo hace un tiempo he descubierto que mucha gente (y no solo de izquierda) le cuesta aceptar el concepto, probablemente influenciados de forma directa o indirecta por la teoría marxista sobre la “plusvalía” del trabajo.
Estimado lector, si Ud. es un experto economista, ¡no lea este artículo! Se reirá de lo básico de los enunciados. Pero en mi defensa soy un (ex)abogado con apenas un poquito de estudio de economía. Pero creo que hay muchos que tienen mi nivel de incomprensión de los conceptos y espero que ellos se beneficien de mis elucubraciones.
En la economía clásica se hablaba de los tres factores de la producción: la tierra, el capital y el trabajo. La tierra es remunerada por la renta, el capital por el interés o el dividendo (dependiendo del nivel de riesgo) y el trabajo por el salario. Hoy en día se reconoce un cuarto factor que es el conocimiento y la activad emprendedora.
Voy a recurrir a uno de mis (malos) ejemplos para ilustrar el concepto: Imaginemos que estamos en un tiempo y un lugar donde una persona que llamaremos Pedro inventa la bicicleta. Patenta su idea y establece una fábrica para hacerla realidad.
Identifica un galpón (factor tierra) por el que paga un alquiler mensual (renta). Para comprar la maquinaria necesaria, pide un préstamo a su banco (factor capital) por el que pacta una tasa de interés que se agregara a las cuotas de repago. Luego contrata a varios trabajadores (factor trabajo) a quienes les paga un salario. Digamos que al sumar todos los costos incurridos estima que su costo de producción es $100 por cada unidad producida.
Nuestro emprendedor hace un estudio de mercado y testea cual es el apetito por su nueva invención. Descubre que un caballo (competidor de reemplazo mas directo en su mercado) tiene un precio de base, sin opciones, de $1.000.- Por este motivo solo gente pudiente puede acceder a uno. De una población total de 10.000 personas, solo 500 podían disponer de comodidades equinas.
Decide pues poner un precio de la bicicleta a $500 y con esto tener un mercado potencial no solo de las 500 que tienen ingresos disponibles nivel “caballo” si no que 1.000 personas adicionales.
Los criadores de caballos sufren un poco con la aparición de la bicicleta. Pero tienen clientes leales. 400 todavía compran caballos y solo 100 se pasan a la bicicleta, la que es percibida como un producto poco confiable. Pedro tiene mucha más suerte con su nuevo mercado y vende pues 1.100 unidades. Con una ganancia de $400 sobre el costo de producción por cada una… Nada mal. La sociedad en su conjunto perdió los $100.000 de los 100 caballos que no se vendieron, pero gano 550.000 de la nueva industria. La riqueza neta creada de la nada fue pues de $450.000.
Marx observo este fenómeno y propuso que Pedro le estaba robando a sus empleados. Que los $400 de ganancia no eran atribuibles a él, si no a los trabajadores cuya “plusvalía” había hecho posible ese ingreso adicional.
Los partidarios del “precio justo” dirían que las bicicletas no podían ser vendidas a $500 ya que esto es una “ganancia excesiva”. Que un precio “razonable” seria (después de consultar un dado) $150. Que es indiferente que el mercado estuviera a dispuesto a pagar mucho más. Cobrarles $500 por algo que solo cuesta $100 producir es “engañar al público”.
Pedro opina que su espíritu ingenioso y organizativo fue el que hizo posible todo esto y que ahora esta estudiando que utilidad puede tener el vapor que sale de su pava cuando hierve el agua.
Juan, uno de los empleados de Pedro, ajeno a toda esta discusión, piensa que la bicicleta diseñada por Pedro es deficiente. Que una rueda tan grande adelante no es necesaria si se la reemplaza con un piñón y una cadena. Que se puede obtener un producto mucho mejor usando menos materiales. Además observar que los procesos de producción son poco eficientes. Después de un tiempo de análisis y planeamiento, patenta un invento, alquila otra fábrica, compra maquinaria y contrata trabajadores. Su costo por unidad es de $50. Fija su precio en $200 porque descubre que su mercado es de 5.000 personas. Gracias a su buen marketing, consigue robarle el 100% del mercado a Pedro y un 50% a los caballos. Pero ahora 5.500 personas tienen medio de transporte, cuando antes eran solo 1.000.
Pedro, nada satisfecho con la situación, recurre a sus amigos en la municipalidad para que prohíban el producto de Juan, diciendo que es poco seguro. Que desarrolla velocidades demasiado altas. Que con tan poco metal es poco seguro. Que con tantas bicicletas el medio ambiente del pueblo se deteriora. Y todos los otros argumentos que se le pasan por la cabeza. Ofrece que las bicicletas tengan un precio “justo” de $200 y que se protejan las fuentes de trabajo de su fábrica estableciendo una prohibición de establecer nuevas.
Como el consejo del pueblo está compuesto por gente inteligente y no corrupta, rechazan sus argumentos y le apuntan que Juan ha creado una importante cantidad de riqueza para el pueblo, de la misma manera que él lo había hecho en el pasado. Lo invitan a continuar con sus investigaciones sobre el vapor que él decía eran tan promisorias….
El proceso continuo con Tomas, quien inventa un producto parecido al de Juan, pero con un costo de producción de $30 y la vende a $90. Todo el pueblo tiene a su alcance ahora bicicletas con una generosa ganancia, todavía esta por debajo del costo de producción original.
Diez años después hay veinte fábricas de bicicletas. El costo de producción esta en $25 por unidad y el precio de venta esta en $30.
Pedro, Juan y Tomas salieron del negocio de las bicicletas hace tiempo porque inventaron la maquina a vapor, la electricidad y le energía atómica respectivamente.
Conclusión: El mercado trata de pagar la menor cantidad de ganancias posible. Nadie le “regala” nada a los emprendedores. Estos aprovechan mientras puede para acumular capital que a su vez servirá de semilla para nuevos emprendimientos. Si el gobierno se mantiene al margen y no trata de “proteger” a nadie, la competencia se encargará de reducir los márgenes al mínimo. El factor trabajo es el más limitado, por lo tanto será el primero que tenga escasez y conseguirá subir los sueldos El capital será cada vez mas abundante a medida que se crea más y más riqueza, bajando su nivel de compensación.
Si Ud. quiere mejorar la situación de los trabajadores y minimizar el nivel de ganancias que tienen los empresarios, opóngase a la “protección” de los burócratas estatales. Lo único que quieren ellos proteger es su propia posición y la de sus amigos.
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