Un sacerdote fue quemado vivo en su casa el último domingo en Nigeria. “El reverendo Isaac Achi fue asesinado en el área de Paikoro, en el estado de Níger, luego de que hombres armados no lograron entrar a su casa y en su lugar le prendieron fuego, dijo Wasiu Abiodun, el portavoz de la policía. Un segundo sacerdote que vivía en el recinto escapó con una herida de bala en el hombro, dijo.” (ABC News).
Esto no es un incidente aislado. Un verdadero genocidio anti-cristiano está siendo ejecutado por musulmanes embanderados con el movimiento Boko Haram o el ISAWP (Islamic State West Africa Province). Según la publicación “Genocide Watch“…
“Nigeria está experimentando actualmente uno de los genocidios más mortíferos del mundo. Más personas mueren en Nigeria cada mes que en Ucrania. El PNUD [Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo] estima que los terroristas han matado a más de 350.000 personas en Nigeria desde 2009. 300.000 eran niños. Los yihadistas de Boko Haram, ISWAP y Fulani también han desplazado por la fuerza a más de 2,9 millones de nigerianos. Las masacres genocidas se han dirigido principalmente a los cristianos.“
“En mayo de 2021, el líder de Boko Haram, Abubakar Shekau, se inmoló para evitar que ISWAP lo capturara. Pero Boko Haram no ha detenido sus ataques. En marzo de 2022, Boko Haram, aliado con bandidos, secuestró un tren de pasajeros en la ruta de Kaduna a Abuja y secuestró a más de 2 docenas de civiles. También capturaron brevemente el aeropuerto de Kaduna.”
“En los primeros 3 meses de 2022, los yihadistas asesinaron a más de 6000 civiles, la gran mayoría de los cuales eran cristianos. En el Cinturón Medio y el Noroeste, las milicias Fulani se han embarcado en una campaña de masacres genocidas de pueblos agrícolas cristianos. Su objetivo es la expansión depredadora de sus tierras de pastoreo. Están financiados por oficiales corruptos del ejército nigeriano que poseen grandes rebaños de ganado.”
“El Departamento de Estado de EE.UU. niega por completo la naturaleza genocida de las masacres de Fulani. Ha caracterizado el terrorismo y los asesinatos de Fulani como motivados no por la intención genocida sino por la escasez de tierra cultivable y los efectos del “cambio climático” en las comunidades de pastores. El embajador de EE. UU. en Nigeria y el Departamento de Estado niegan la naturaleza religiosa de las masacres, en las que los aldeanos cristianos son masacrados, pero los pueblos musulmanes quedan ilesos.” (el énfasis es nuestro).
La indiferencia del Departamento de Estado y su patético esfuerzo para evitar llamar a las cosas por su nombre (recordemos que hay una fobia a denunciar el componente religioso del terrorismo islamita) no es del todo sorprendente, y viene de larga data.
Por su parte, nuestro Papa Francisco, siempre tan locuaz a la hora de enfocar la atención de la prensa en las causas que merecen su interés, se ha limitado en este tema a las condolencias de rigor, fraseadas casi quirúrgicamente para evitar la indignación o movilizar a nadie, como este ejemplo en ocasión de una masacre a fieles durante la Santa Misa en la Fiesta de Pentecostés: “El Papa Francisco reza por las víctimas y por el país, dolorosamente afectado en un momento de celebración, y encomienda a ambos al Señor, para que envíe su Espíritu a consolarlos”. (Vatican News).
No puedo sino recordar que hace poco más de 900 años, el mundo vivió algo similar cuando algunos musulmanes decidieron que había que erradicar a los cristianos de Tierra Santa, y condujeron un genocidio similar, con un objetivo similar. Lo que no fue similar fue la reacción de occidente. El Papa Urbano II convoca una Cruzada para liberar esas tierras y garantizar la permanencia de cristianos en Jerusalem. Su discurso enfervoriza a toda Europa, y la historia que sigue es conocida.
Muchas cosas han cambiado. Pero el odio de fanáticos islamitas contra el cristianismo no lo ha hecho. Perdura en el tiempo, y sigue generando mártires que son al mismo tiempo una honra y una mancha en la conciencia de la Cristiandad.