El derecho a asociarse consagrado en el artículo 14 implica que cada uno tiene libertad de asociarse con quien quiere. La Constitución está por encima de cualquier otra norma legal y no puede ser abolida o modificada a través de tratados internacionales ya que eso implicaría un sistema extra-constitucional de reforma. Sin embargo, la Cámara Civil dice básicamente que “los tratados internacionales” han abolido el artículo 14.
En un fallo confirmando una resolución de la Inspección General de Justicia en la que obliga al Jockey Club a integrar su directorio con un cupo determinado de mujeres, la Cámara Civil dictaminó (parafraseando) que estamos obligados por tratados internacionales a combatir la discriminación por sexo y que por lo tanto la institución debía adaptarse a esos requerimientos sin importar lo que diga la Consitución.
Alguien me preguntara: ¿Esta Ud. diciendo que Argentina no puede ser parte de tratados internacionales para combatir la discriminación?
No es lo que estoy diciendo. Mas allá del merito de dichos tratados y sus finalidades políticas (que podemos debatir en otro lado) el Estado Argentino puede obligarse a través de dichos instrumentos a no ser partícipe de dicha discriminación. Y estos serían (y son) aplicables a instituciones públicas, no a las privadas. El Estado tiene prohibido hacer leyes que favorezcan un sexo, o una raza, o un “pueblo” sobre otros. No puede crear instituciones que tengan como finalidad especifica fomentar la animosidad entre sexos, razas o “pueblos”. Por ejemplo, sería impensable bajo estos tratados crear un ministerio con un presupuesto de miles de millones de pesos con el declarado objetivo de favorecer un sexo sobre el otro (Ups…!)
Pero, aunque no lo dicen con estas palabas, todos tenemos que entender que crear un “ministerio de la mujer” esta “bien” y que el patriarcado aparentemente representado por el Jockey “está mal”. En definitiva, es la “amoralidad” de esta situación lo que parece tener a mal traer a la Cámara Civil.
¿Pero… (dirá algún desprevenido), no nos han repetido hasta el cansancio que está muy mal imponer “tu moralidad” sobre otros? ¿Y mucho peor si es el estado el que lo hace? No, estimado Desprevenido. Eso solo se aplica al aborto.
El hecho que el Jockey ni siquiera impide formalmente que se asocien mujeres y que se trata simplemente una tradición que se mantiene por voluntad de todas las partes involucradas es irrelevante.
Pudiera decirse que esta tradición es anacrónica y que ya es hora de eliminarla. Y tal vez hasta fuera cierto. Este debate se ha tenido varias veces dentro del club y al menos por ahora, el movimiento de reforma no ha tenidos suficiente apoyo.
Me imagino que los argumentos a favor de incorporar socias pudieran ir de lo eminentemente económicos (si todas las mujeres que hoy hacen uso de casi todas las instalaciones sin pagar cuotas pasaran a hacerlo y esto implicara que la cuota social se redujera) hasta lo “social” (hace 150 años atrás los clubes masculinos eran la norma, hoy en día son una rareza).
Los argumentos en contra serian probablemente mas abstractos: la tradición de las que los socios son mas custodios que dueños, el hecho que el Jockey no debiera ceder a presiones políticas externas, especialmente proveniente de sectores que odian lo que el Club representa. Aunque también pudieran hacerse argumentos prácticos a favor del status quo: el Club no tiene problemas de atraer socios y no necesita expandir su ámbito de reclutamiento. Sus tradiciones y “excentricidades” son exactamente lo que lo hace atractivo y modificarlas sin necesidad puede perjudicar más que ayudar.
Pero ese debate le ha sido robado a los socios.
Por la pesada y áspera mano del estado.
Los socios del Jockey no se destacan por quedarse callados sobre los asuntos del club. Hay muchos y acalorados debates. Parte de la vida social. Pero creo que la condena a esta indebida violación de sus derechos constitucionales será finalmente el punto en el que serán unánimes.
Coincido plenamente con el artículo. Cada asociación privada debiera tener la libertad de manejarse como sus estatutos y socios lo determinen, siempre dentro de la ley. Y el tema de los tratados internacionales adheridos que estén por sobre la constitución sería un tema a debatir nuevamente.
Personalmente, estoy absolutamente en contra de estso clubes o Asociaciones que prohiben el ingreso de mujeres como socias.- CUBA es otro ejemplo.- Pese a ser de pensamiento conservador y aristocrátivo, estas situaciones, me parecen anacronismos inaceptables.- Tampoco estoy de acuerdo, en que la genealogía de maneje por via paterna, dicho esto en términos generales.-
Pido disculpas, me quedó inconcluso, el comentario y es que me quiero referir a la incorporación de los Tratados Internacionales a nuestra CN, me parece un absurdo y una maniobra del progresismo y cripto marxismo como el de Raúl Ricardo Alfonsín que fue su impulsor y de Carlos Saul Menem, que pese a no compartir esa idea, lograba la reelección y otras ventajas
Hay otros clubes a los que se pueden asociar las mujeres. Lo que se pretende eliminar es la esencia misma del Club.
Los mal llamados cupos femeninos, lejos de favorecer a la sociedad, vulneran sus derechos. Todos tenemos de antemano la libertad de asociarnos con quien se nos dé la gana, y la Constitución así lo reconoce.