Más cacofonía

Siguen los ruidos cacofónicos en torno a la guerra de Ucrania. En un artículo para “UnHerd” el Sr. Thomas Fazi analiza la posibilidad de que Estados Unidos haya saboteado el caño bajo el Mar del Norte que llevaba gas de Rusia a Alemania

Sabotear el caño tendría la doble ventaja de obligar a Alemania a reducir su dependencia del gas ruso y a aumentar su dependencia del gas americano. En otras palabras, aleja a Alemania de la órbita rusa y la aproxima a la órbita americana.

Cita una frase de George Friedman en su libro “The Next Decade”: “El interés primordial de Estados Unidos, por el cual hemos librado guerras durante siglos, la Primera, la Segunda y la Guerra Fría, ha sido la relación entre Alemania y Rusia, porque unidos son la única fuerza que podría amenazarnos”.

Este tipo de consideraciones muy “geopolíticas” siempre me han chocado por lo cínicas. Lo único que importa es que Alemania y Rusia no se unan contra USA, como si todo se redujera a un juego de TEG. 

No importa que Rusia sea una tiranía y que en USA se goce de una cierta libertad (cada vez menos). No importa que durante 50 años Rusia mantuvo colonizada la mitad de Alemania mientras que USA dio plena libertad a la otra mitad. No importa que la economía rusa esté en manos de una cleptocracia mientras que en USA la economía todavía es bastante libre (cada vez menos). No importa que la iglesia ortodoxa rusa sea un agente de la tiranía, a cargo de un compañero de Putin en la KGB. No importan las atrocidades que Rusia cometió en Ucrania durante décadas y las que sigue cometiendo en los territorios ocupados.     

Es verdad que USA tiene razones geopolíticas para separar a Rusia y Alemania. Pero no son las únicas ni las más importantes. Una hipotética alianza entre la tiranía rusa y la eficiencia alemana crearía una enorme “tiranía eficiente” una especie de “Mordor” al este de Europa. No le conviene a nadie, y menos a los países europeos. Churchill supo verlo en Octubre de 1940. 

En esos días Molotov estaba en Berlín repartiéndose Europa con Ribbentrop. Entonces Churchill ordenó unos bombardeos feroces, casi suicidas, que sacudieron a Berlín a fondo, al punto que las conversaciones entre los dos cancilleres tuvieron que celebrarse en un refugio anti-aéreo. Cuando Molotov volvió a Rusia le dijo a Stalin que Alemania iba a perder la guerra, que no le convenía esa alianza.   

Como diría el artículo de Fazi, lo que hizo Churchill “…era parte de una estrategia más amplia para abrir una brecha política entre Europa y Rusia”. 

El gesto de Churchill le garantizó a Europa muchos años de paz y prosperidad. Ya sé que no fue lo único; que hubo mucho que pelear después de eso; y que no todo salió bien. Pero fue una bisagra del destino, como lo llama en sus memorias. 

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