¿No serán ellos los que nos odian?

Chesterton dijo que él se convirtió sin haber leído casi ningún libro de apologética.  Llegó a la conclusión que la Iglesia era verdadera leyendo a sus críticos.  A medida que se iba internando en las obras de los más famosos escépticos, descubrió que sus ataques eran completamente contradictorios.  Algunos decían que la Iglesia era demasiado estricta y otros que era demasiado libertina. Algunos decían que era demasiado machista mientras otros decían que era solo para mujeres. Que los católicos están en contra del sexo para luego decir que sus familias católicas son demasiado grandes.  Su conclusión fue que había dos explicaciones: una es que la Iglesia era espacialmente perversa y que conseguía ofender a todo sentido de moralidad y decencia. La otra era que sus críticos eran perversos y que era la Iglesia la que estaba en el perfecto equilibrio de la virtud. Así como una persona demasiado alta ve a una de estatura normal como enana y un enano ve a una persona de estatura normal como un gigante (vale la pena leer directamente sus palabras).  

Me acorde de esto cuando el otro día escribía sobre el supuesto odio que tenemos contra “las elites”.   Como concluimos, no, no odiamos a “las Elites”.  Simplemente queremos que tomen responsabilidad por sus actos.

Pero tal vez una mejor pregunta es si “las Elites” nos odian a nosotros…

Haciendo una búsqueda rápida por Internet, encontré un folleto de las Naciones Unidas que nos explica que significa “discurso de odio”:

Odio: emoción intensa e irracional de oprobio, enemistad y aborrecimiento hacia una persona o grupo de personas, por tener determinadas características […]. El “odio” es más que un mero prejuicio y debe ser discriminatorio. El odio es una muestra de un estado emocional u opinión y, por lo tanto, se diferencia de cualquier acto o acción que se haya llevado a cabo. –

Discurso: cualquier expresión que vierta opiniones o ideas, que comparte una opinión o una idea interna con un público externo. Puede adoptar muchas formas: escrita, no-verbal, visual o artística y puede ser difundida en los medios, incluyendo Internet, material impreso, radio o televisión.

Si alguno de Uds. alguna vez tuvo el dudoso placer de discutir con uno de “la Contra” probablemente haya experimentado en forma directa esa “emoción intensa e irracional de oprobio” que mencionan.  Y si saben leer y escribir, podemos decir que ese odio es expresado de forma escrita, no-verbal, visual o artística y es difundido en los medios, incluyendo Internet, material impreso, radio o televisión

Se me vienen algunos ejemplos a la cabeza que tal vez sirvan para ilustrar lo que digo:

  • Todos sabemos que acusar a una religión de ser genocida está muy mal. Si lo decimos sobre los musulmanes seremos tachados inmediatamente de Islamofóbicos. Si lo decimos sobre los judíos, seremos llamados Antisemitas.  Sin embargo, eso es exactamente lo que enseñan sobre el cristianismo en muchas universidades y colegios prestigiosos alrededor del mundo.
  • Hay varias personas conectadas en mayor o menor medida con movimientos terroristas que hoy en día son profesores universitarios, miembros del gobierno, periodistas respetados. Nos lo justifican diciendo que eran “jóvenes idealistas” y que no estuvieron involucrados personalmente en actos violentos y que meramente tenían un papel periférico.  Sin embargo, muchas de esas mismas universidades, editoriales, partidos políticos, medios de comunicación no les tiembla la mano en echar o negar empleo a personas que tienen un pensamiento conservador de derecha. Irónicamente porque los acusan de promover “el odio”.
  • Justo antes del incendio de Notre Dame, hubo una serie de ataques a iglesias en Francia. Por ejemplo, apenas una semana antes la histórica Saint Sulpice fue una de las victimas del vandalismo.  Curiosamente estos ataques pararon después de Notre Dame.  Todo hace suponer que el incendio de Notre Dame fue parte de esa campaña. Si hubiera sido cualquier otra religión, la mera sospecha hubiera sido suficiente para una campana mundial de reflexión para combatir la intolerancia.  En este caso, cuando todavía las llamas estaban ardiendo, los medios de comunicación, el gobierno, las compañías tecnológicas, fueron unánimes en declararlo “un accidente”.  Ningún periodo de reflexión sobre la intolerancia anticatólica.
  • Después de la decisión “Dobbs” de la Corte Suprema de Estados Unidos, hubo ataques violentos a decenas de Iglesias y Centros de atención a mujeres embarazadas.  NADIE fue detenido y menos aun condenado por estos hechos.   Sin embargo, como hemos mencionado en esta página, el FBI ha allanado la casa y arrestado a varios activistas pro-vida por el grave delito de pararse a rezar cerca de una clínica de aborto.

Y pudiera seguir durante mucho tiempo.  Estoy seguro que mis estimados lectores tendrán unos cuantos más.

Pero esto es suficiente para preguntarse ¿Será que los partidarios de la “paz”, la “tolerancia”, el “amor universal” son en realidad los primeros generadores de “discursos de odio” en contra de quienes se les oponen?

2 comentarios en “¿No serán ellos los que nos odian?”

  1. Cosme M. Beccar Varela

    Estoy leyendo “Now I see” de Arnold Lunn, cuya conversión también se debe a una reacción contra el odio irracional contra la Fe. “I can imagine no better training for the Church than to spend, as I did, a year arguing the case against Catholicism with a Catholic, and a second year in defending the Catholic position against an agnostic.”[https://en.wikipedia.org/wiki/Arnold_Lunn].

  2. Cecilia lamoliatte

    Soy una convencida de que es asì. En Chile sufrimos a diario la ley de la cancelaciòn, cancelaciòn a todos los que no tienen un pensamiento políticamente correcto de acuerdo a los estándares de los anticatólicos.

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