Quizás es un cliché pensar que uno vive en lo más importante de la historia de su tiempo, pero hay algunas cosas que me llaman la atención actualmente, y si me das unos minutos te digo porqué pienso que hay un cambio de Era, de época histórica, y porqué a este nuevo capítulo lo llamaría “Era tecnológica”.
En la antigüedad caían los imperios y se pensaba que la historia estaba en su punto mas profundo; o por el contrario la conformación de nuevas dinastías y una paz duradera, hacían pensar a los contemporáneos que se abría una nueva época. A veces esto sucedía efectivamente, por ejemplo, con la caída del Imperio Romano, Europa quedó sumida en el desconcierto, poblaciones aisladas en constante alerta frente a partidas de antiguos guerreros convertidos en bandoleros. Terminaba la Edad Antigua y comenzaba la Edad Media.
Estos vaivenes de la Historia producían cambios de época. Y si bien estamos acostumbrados a mirar la historia desde el punto de vista político, en paralelo y no menos importante, se producen descubrimientos y evoluciones en la técnica que marcan puntos de inflexión en la Historia. Por ejemplo, el arte de dominar al caballo hizo enormes diferencias entre los pueblos antiguos. Así mismo, la rueda, la palanca, o las técnicas de forja de metales. Más tarde el descubrimiento de la pólvora marcó un antes y un después en la historia. La máquina de vapor produjo la revolución industrial, y el automóvil y el avión transformaron para siempre la forma de desplazarse de la humanidad.
Asimilable a esto, y quizás mucho más importante todavía para la historia, es lo que -a mi entender- da inicio a la nueva Era Tecnológica: el celular.
Si pensamos que -salvo contados casos en el mundo- todos tenemos un celular en el bolsillo todo el día, y que lo usamos un promedio de 3 horas por día, no existe ningún otro descubrimiento que sea tan difundido, en tan poco tiempo, y con tanta influencia diaria en la vida de la humanidad. Ni siquiera la rueda. Por supuesto que todos los inventos suman elementos de otros anteriores, y en esta línea son antecedentes necesarios del celular la computadora y el internet.
Y si bien el celular es el rey de esta nueva época, hay muchos otros inventos que hacen patente un cambio diametral en los usos y costumbres sociales, laborales y culturales. En esta nueva era se trabaja desde la casa, se hacen transacciones bancarias on-line, se venden propiedades, se aprende todo tipo de cosas por internet, se sacan fotos y se envían al instante al otro lado del mundo. Los mercados más grandes son digitales, las empresas tecnológicas marcan el ritmo de las inversiones globales, e incluso las monedas digitales se abren camino desplazando al papel moneda, el rubro más exclusivo del mundo.
Con el desarrollo tecnológico se aceleran todos los demás procesos, porque en la medida en que la información está mas a la mano, todos podemos tomar ideas de otros y de esta forma avanzar más rápido en nuestros propios proyectos. Antes, hasta hace muy poco, para estudiar cierto asunto había que recurrir a libros que nacían viejos porque al momento de ser publicados ya estaban desactualizados.
La capacidad de adaptación también se transformó. Todo es mucho más rápido. Éste es quizás uno de los elementos más disruptivos de la nueva era: la velocidad con que la tecnología permite aprender y desarrollar todas las demás herramientas disponibles. Cruza transversal y constantemente nuestras acciones diarias, nuestras decisiones laborales y sociales. Incluso las amorosas, desde que se puede consultar el perfil del “target” en las redes sociales.
A veces los cambios de época se miden o se manifiestan por el aspecto cultural, otros, por cambios políticos, religiosos, o en algún momento por fenómenos económicos o industriales. Desde que se popularizó la tecnología, con su buque insignia el celular, todos estos órdenes se vieron transversalmente afectados. Los autores culturales se volvieron “influencers”, la guerra se puede hacer desde un comando virtual, la política y los medios de comunicación pasaron a ser digitales, etc. En pandemia fuimos a Misa por computadora -eso sí- transmisión en vivo.
Por supuesto la política no pudo resistir la tentación, y hay varios casos de campañas electorales con buenos resultados, hechas totalmente por medios tecnológicos. Ni hablar de las no tan límpidas victorias mediante votos electrónicos (que les expliquen a los griegos lo que es democracia de verdad) ¡Ésa no se le había ocurrido ni a Maquiavelo!
Desde el momento en que la misma tecnología permite el autoaprendizaje de los programas, tiene a su disposición la experiencia y el aporte del 99% de la humanidad, que pasa al menos 3 horas por día en medios tecnológicos, retroalimentando el desarrollo de las distintas plataformas y terminales.
La humanidad del ser humano permanece tal y como la conocieron todas las épocas de la historia, pero las herramientas a su disposición actualmente son extraordinarias respecto de las eras anteriores. La universalidad de la tecnología, el acceso al conocimiento y la velocidad de comunicación, transforman totalmente el panorama global.
La vida y el mundo ya no son los mismos antes y después del celular. Esa mini computadora que tenemos en el bolsillo es una ventana al multiverso dominado por la tecnología.
Y si esto no es un cambio de época… ¡leo las críticas que manden por paloma mensajera!
Estimado, coincido totalmente en el quiebre de epoca. Si me permite, dejo de referencia un libro (que quizás ya haya leido) excelente en como el autor analiza este cambio y escalamiento veloz en la tecnología, contrapuesto con las capacidades del hombre a imagen y semejanza de Dios. En donde la tecnología, que reina en estos momentos, limita, empobrece y denaturaliza.
Salúd,
https://articulo.mercadolibre.com.ar/MLA-880907886-educacion-real-en-un-mundo-virtual-jordan-abud-katejon-_JM
Muchas gracias por su comentario! no lo conocía, lo voy a buscar. Saludos!