Louis Soulanges en el arco; Alexis Bruix, Pierre Raulet, Eugene Giroust y Alexander Danel en defensa; Hippolyte Bouchard, Benjamin Viel, Georges Beauchef y Antoine Pierre Saguier en el mediocampo; Frederic de Brandsen, Ambroise Crámer y Georges Vidt en el ataque.
Este podría haber sido el equipo ideal de Francia hace 200 años.
Un seleccionado aguerrido, lleno de medallas, técnica y experiencia, que vistió la camiseta francesa bajo la dirección técnica de Napoleón I. Fueron los campeones de Europa hasta 1815.
Vinieron luego al Río de la Plata, donde se sumaron al combinado de Argentina, Chile y Perú para jugar un partido decisivo contra España.
Muchos se unieron en matrimonio con criollas y dejaron una gran descendencia franco-americana cuya sangre perdura aún en muchas familias de estas tierras.
por Gonzalo Ranea Arias
El cuadro es “¡Vive l’Emperateur!”, de Édouard Detaille, con la carga del 4º de Húsares en Friedland.